La cenicienta que no quería comer perdices!

CUENTOS Y RELATOS

      




     EL MITO MUJER-MADRE


Elizabeth Badinter cuenta (basándose en Shortes, Flandrin y Donzelot) en ¿Existe el amor maternal? (...) como en 1780, de los 21.000 niños nacidos ese año en París, sólo mil de ellos fueron criados por sus madres. Otros mil, privilegiados, fueron amamantados por nodrizas en la casa paterna. Todos los demás fueron entregados, desde el mismo momento de su alumbramiento, a una nodriza a sueldo que los crió en un domicilio lejano.
Las estadísticas de la época muestran que, hasta bien entrado el siglo XVIII, eran muchos los niñas que morían sin haber conocido la mirada de su madre. Los sobrevivientes, los pocos que regresaban años más tarde al "hogar", descubrían a la que los había dado a luz, como a una extraña. Nada hace suponer que esos reencuentros hayan sido afectuosos o tiernos.
Cuando nos enfrentamos a las estadísticas de París de 1780 son varias las preguntas que surgen:
¿Cómo se explica el abandono (independientemente de la clase social de las madres) de aquellos bebés, en momentos en que la propia indefensión del recién nacido hace tan necesarios los cuidados, la leche materna y el amor, para la subsistencia?
¿Cómo explicar el desinterés hacia la cría como valor, como norma, que no generaba sentimientos de culpabilidad?
Antes del siglo XVIII ¿a qué se debía la elevada tasa de mortalidad infantil?

La respuesta es sencilla: al infanticidio abierto o al filicidio encubierto por el abandono (...) Son varios los autores que coinciden en situar, en el último tercio del siglo XVIII, la "revolución" que promueve un cambio copernicano en cuanto a la conservación de los niños. Es a partir de 1760 que empiezan a aparecer en Francia, publicaciones que aconsejan a las madres la atención personal de los bebés. Me refiero a la identificación de la mujer con su función de madre. Es decir: al afecto "natural", espontáneo, "instintivo" con que las mujeres se relacionan con su cría.
(...) El Estado utilizó el poder médico y el poder de la Iglesia, fundamentalmente, para influir sobre las mujeres y convertirlas en buenas madres. (...) El discurso ideológico sostuvo, en lo esencial, las funciones maternales como inseparables de la femineidad y, a esta, como inseparable de la naturaleza.

(...) El discurso ideológico elogiaba la belleza de las nodrizas, insistía en los encantos de la maternidad, prometía a las mujeres una recompensa a sus sacrificios que les llegaría a través de la ternura de los hijos y la felicidad de los maridos. Así, las mujeres abnegadas serían correspondidas con el premio de una vida saludable y, sobre todo, feliz. Si fallaba alguna de las satisfacciones que la maternidad bien asumida les auguraba, siempre estaba la "gloria" de haber sido madre, para compensarlas por tanto sacrificio. Pero si se negaban a alimentar a sus hijos, si se oponían a cumplir con el mandato que la "naturaleza" les imponía, habría para ellas todo tipo de acusaciones y desgracias."

Juan Carlos Volnovich
(Fragmento del prólogo del libro "Poner en juego el saber",
de Alicia Fernández (2002), Bs. As. ed., Nueva Visión.)



                                             LA LOBA


Hay una vieja que vive en un escondrijo del alma que todos conocen pero muy pocos han visto. Como en los cuentos de hadas de la Europa del este, la vieja espera que los que se han extraviado, los caminantes y los buscadores acudan a verla.
Es circunspecta, a menudo peluda y siempre gorda, y, por encima de todo, desea evitar cualquier clase de compañía. Cacarea como las gallinas, canta como las aves y por regla general emite más sonidos animales que humanos.
Podría decir que vive entre las desgastadas laderas de granito del territorio indio de Tarahumara. O que está enterrada en las afueras de Phoenix en las inmediaciones de un pozo. Quizá la podríamos ver viajando al sur hacia Monte Albán 3 en un viejo cacharro con el cristal trasero roto por un disparo. O esperando al borde de la autovía cerca de El Paso o desplazándose con unos camioneros a Morella, México, o dirigiéndose al mercado de Oaxaca, cargada con unos haces de leña integrados por ramas de extrañas formas. Se la conoce con distintos nombres: La Huesera, La Trapera y La Loba.
La única tarea de La Loba consiste en recoger huesos. Recoge y conserva sobre todo lo que corre peligro de perderse. Su cueva está llena de huesos de todas las criaturas del desierto: venados, serpientes de cascabel, cuervos. Pero su especialidad son los lobos.
Se arrastra, trepa y recorre las montañas y los arroyos en busca de huesos de lobo y, cuando ha juntado un esqueleto entero, cuando el último hueso está en su sitio y tiene ante sus ojos la hermosa escultura blanca de la criatura, se sienta junto al fuego y piensa qué canción va a cantar.
Cuando ya lo ha decidido, se sitúa al lado de la criatura, levanta los brazos sobre ella y se pone a cantar. Entonces los huesos de las costillas y los huesos de las patas del lobo se cubren de carne y a la criatura le crece el pelo. La Loba canta un poco más y la criatura cobra vida y su fuerte y peluda cola se curva hacia arriba.
La Loba sigue cantando y la criatura lobuna empieza a respirar.
La Loba canta con tal intensidad que el suelo del desierto se estremece y, mientras ella canta, el lobo abre los ojos, pega un brinco y escapa corriendo cañón abajo.
En algún momento de su carrera, debido a la velocidad o a su chapoteo en el agua del arroyo que está cruzando, a un rayo de sol o a un rayo de luna que le ilumina directamente el costado, el lobo se transforma de repente en una mujer que corre libremente hacia el horizonte, riéndose a carcajadas.
Recuerda que, si te adentras en el desierto y está a punto de ponerse el sol y quizá te has extraviado un poquito y te sientes cansada, estás de suerte, pues bien pudiera ser que le cayeras en gracia a La Loba y ella te enseñara una cosa... una cosa del alma.
Por Clarissa Pinkola Estés en "Mujeres que corren con los lobos"



La Explotación Sexual, Comercial y la Trata: sin clientes....
"(...) hay en este mismo instante en rutas, esquinas, bares, baldíos cientos de niñas y niños que en lugar de plaza y pelota son sometidos a prácticas de compra/venta/expropiación de lo más íntimo y privado que tienen, su cuerpo y las decisiones sobre este (...)
Pero a ver, este no es un problema lejano del África o de las favelas de Río, tampoco solo privativo de la Triple Frontera o de Ciudad Oculta o Fuerte Apache en la Ciudad de Buenos Aires, es un problema social o mejor dicho una absurda manifestación de la cuestión social que ocurre en nuestra provincia desde hace tiempo. Los expertos y especialistas sindican a Córdoba como lugar o territorio de tránsito y entrenamiento ¿se entiende? Por la ruta 60 o por la 38 pasan en colectivos de línea regular cargamentos engañados de niños y niñas; en Cruz del Eje, Deán Funes, Totoral, Laboulaye, Almafuerte hay luces rojas en las rutas que marcan oscuros lugares en los cuáles adolescentes en estado de esclavitud y privación de la libertad son sometidas sexualmente; en departamentos de Alberdi, Alta Córdoba o en centro de la Capital cordobesa se viola una y otra vez hasta 15 veces por día a niñas y adolescentes como perversa forma de preparación para el comercio del sexo.
"Sin clientes no hay comercio ni explotación sexual" nos dice un cartel pegado en el centro de Posadas, y por allí se empieza a desandar el camino.
Es una tarea de todos, de hoteleros que se comprometan a través de laCom firma de convenios a no permitir la explotación sexual infantil en sus comercios, de camioneros y sindicatos que se propongan denunciar, evidenciar y combatir la venta de cuerpos en las rutas, de gobiertnos locales, centros de salud o escuelas que a través de sus equipos denuncien e intervengan cuando Pamela, Cristian, Jessica o Brian desaparezcan sin que nadie diga nada. Porque queremos ser claros, el fin inexorable de la explotación sexual y la trata es el exterminio de los niños, niñas y adolescentes, cuerpos pensados para jugar y estudiar y dormir no resisten esos 'entrenamientos' y sometimientos constantes. Ya se sabe, ahí aparece la cocaína, el wisky, las pastillas, para mezclar dolor y angustia y necesidad de seguir en pie.
Visibilizado en problema la invitación ahora es a pensar, estudiar, reflexionar y teorizar sobre cuál es la mejor y más eficaz forma de combatir y pulverizar todas las formas de explotación sexual infantil y Trata de niños, niñas y Adolescentes (...)"

Federico Nánzer
Lic. en Trabajo Social, se desempeña en el Equipo Técnico de INCIDE
y en la Vice Intendencia de la Municipalidad de Córdoba.
Fragmento del artículo
"Develando lo oculto en una sociedad
que acostumbra a callar"
; revista La Fuente Año XI - N°37, Julio de 2008.

                                                   
                                               
                                          LA MUJER TALIBÁN




Las restricciones y maltratos contra las mujeres por parte de los talibán incluyen:
  1. Completa prohibición del trabajo femenino fuera de sus hogares, que igualmente se aplica a profesoras, inginieras y demás profesionales. Sólo unas pocas doctoras y enfermeras tienen permitido trabajar en algunos hospitales en Kabul.
  2. Completa prohibición de cualquier tipo de actividad de las mujeres fuera de casa a no ser que sea acompañadas de su mahram (parentesco cercano masculino como padre, hermano o marido).
  3. Prohibición a las mujeres de cerrar tratos con comerciantes masculinos.
  4. Prohibición a las mujeres de ser tratadas por doctores masculinos.
  5. Prohibición a las mujeres de estudiar en escuelas, universidades o cualquier otra institución educativa (los talibán han convertido las escuelas para chicas en seminarios religiosos).
  6. Requiremiento para las mujeres para llevar un largo velo (burqa), que las cubre de la cabeza a los pies.
  7. Azotes, palizas y abusos verbales contra las mujeres que no vistan acorde con las reglas talibán o contra las mujeres que no vayan acompañadas de su mahram.
  8. Azotes en público contra aquellas mujeres que no oculten sus tobillos.
  9. Lapidación pública contra las mujeres acusadas de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio (un gran número de amantes son lapidados hasta la muerte bajo esta regla).
  10. Prohibición del uso de cosméticos (a muchas mujeres con las uñas pintadas les han sido amputados los dedos).
  11. Prohibición a las mujeres de hablar o estrechar las manos a varones que no sean mahram.
  12. Prohibición a las mujeres de reír en voz alta (ningún extraño debe oír la voz de una mujer).
  13. Prohibición a las mujeres de llevar zapatos con tacones, que pueden producir sonido al caminar (un varón no puede oir los pasos de una mujer).
  14. Prohibición a las mujeres de montar en taxi sin su mahram.
  15. Prohibición a las mujeres de tener presencia en la radio, la televisión o reuniones públicas de cualquier tipo.
  16. Prohibición a las mujeres de practicar deportes o entrar en cualquier centro o club deportivo.
  17. Prohibición a las mujeres de montar en bicicleta o motocicletas, aunque sea con sus mahrams.
  18. Prohibición a las mujeres de llevar indumentarias de colores vitosos. En términos de los talibán, se trata de "colores sexualmente atractivos".
  19. Prohibición a las mujeres de reunirse con motivo de festividades como el Eids cono propósitos recreativos.
  20. Prohibición a las mujeres de lavar ropa en los ríos o plazas públicas.
  21. Modificación de toda la nomenclatura de calles y plazas que incluyan la palabra "mujer." Por ejemplo, el "Jardín de las Mujeres" se llama ahora "Jardín de la Primavera".
  22. Prohibición a las mujeres de asomarse a los balcones de sus pisos o casas.
  23. Opacidad obligatoria de todas las ventanas, para que las mujeres no puedan ser vistas desde fuera de sus hogares.
  24. Prohibición a los sastres de tomar medidas a las mujeres y coser ropa femenina.
  25. Prohibición del acceso de las mujeres a los baños públicos.
  26. Prohibición a las mujeres y a los hombres de viajar en el mismo autobús. Los autobuses se dividen ahora en "sólo hombres" o "sólo mujeres".
  27. Prohibición de pantalones acampanados, aunque se lleven bajo el burqa.
 Y así aún más...
Material extraído de: www.rawa.org
Videos sobre la temática
  ALICIA MOREAU DE JUSTO


FUE UNA DE LAS MUJERES MÁS DESTACADAS EN LA BUSQUEDA DE LOS DERECHOS CÍVICOS DE LAS MUJERES ARGENTINAS A PRINCIPIO DE SIGLO

"Siempre creí que este país merecía ser distinto. Que un día íbamos a unirnos todos y el destino cambiaría. Recuerdo los barrios obreros de esta ciudad cuando llegábamos con las banderas rojas, y la gente se iba reuniendo y se iban logrando cosas. Cuando el partido socialista era una parte linda de la vida. Cuando las mujeres nos juntamos por primera vez y empezamos a pelear por nosotras...".
Alicia Moreau De JustoNació el 11/10/1885 en Londres (Inglaterra) y llegó muy pequeña a la Argentina. Se recibió de maestra y Profesora de Ciencias en la Escuela Normal 1 y se graduó de Médica en 1914, con Diploma de Honor. Inició su actividad pública en el Foro del Libre Pensamiento, en 1906, con un trabajo sobre educación y ese mismo año fundó el primer Centro Feminista.
Fue una mujer política que mantuvo el ideal socialista durante toda su vida. Fue una de las primeras médicas, feminista, defensora de los derechos humanos y pacifista. Se acercó a los obreros dando charlas sobre temas de higiene en la Sociedad Luz de Barracas. Fue una de las organizadoras del Primer Congreso Femenino Mundial en 1910. Fundó el Ateneo Popular en 1910 y la Unión Feminista Nacional en 1918, junto con la revista Nuestra Causa. Tomó parte en todas las luchas feministas y presidió la Asociación Pro-Sufragio Femenino.
Colaboro en la Revista Socialista Internacional y dirigió Humanidad Nueva. Escribió La Mujer en Democracia y El Socialismo según la definición de Juan B. Justo, además de innumerables folletos y artículos. Vida Femenina fue otra de las revistas que tuvo bajo su dirección, al igual que el periódico La Vanguardia. Ejerció el periodismo, escribió libros y con 90 años fundó la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires 1985.
Se casó en 1922 con Juan B. Justo del Partido Socialista. Fundó la Confederación Socialista Argentina y la Fundación Juan B. Justo, las que presidió hasta su muerte, ocurrida a los 100 años de edad.
Vivió adelantada a su tiempo a pesar de los escándalos que provocaban sus gestos vanguardistas. Militó en la vida, más que nada, mientras crió a sus tres hijos, ayudo a los pobres, escribió libros y peleó por los derechos de la mujer. La respetaban hasta sus adversarios.
Falleció el 12/05/1986